jueves, 26 de marzo de 2020

Palabras ante la Tumba de Jorge Teillier.
Viernes 13 de Marzo
En el Marco de la Presentación de mi Libro en La Ligua
Estuvo presente la Poeta Ingrid Córdova y otras personalidades Comunales.

Jorge; No vengo con un vaso de vino, para que nos sentemos a la orilla de esta tumba a recordar las calles de Lautaro o Victoria, o para traer a la memoria a los amigos que dejamos en el SUR; Tu en Lautaro o Victoria, yo en Nueva Imperial o Chol- Chol-
Nuestros pasos se marcaron en la Araucanía, en Temuco o en Nueva Imperial, Carahue, Puerto Saavedra   donde aun me encuentro con Neruda o  Selva Saavedra en la vuelta de cada esquina cuando las hojas se han adueñado de plazas y calles.
Son tuyas las postales del tren, con su estruendo dividiendo los amaneceres, los gorriones en la torre de la iglesia, o el molino de Lautaro donde vivía el amor que con sus ojos claros por un breve periodo me conquisto.
Hoy comparto con la urgencia, de quien siente que la vida se  va, esta copa, que tiene nostalgia, recuerdos, poemas y ahora mi grito ahogado ante el dolor que crucifica la patria.
Las copas Jorge que bebimos años antes,  en murmullos, a media voz, comentando  sobre el destino de nuestros hermanos en la ruta  por un Chile más justo y humano que eran perseguidos, y arrancados a la tierra, para no volverlos a ver más.  Hoy la historia parece repetirse; en la huella del traidor González Videla, el actuar presidente permite que nuestros jóvenes sean mutilados y asesinados.
Cuando levanto mi puño en cada espacio que puedo, y el  poema denuncia lo proclamo en el grito furioso del amante a quien persiguen por sostener sueños que beneficien a las grandes mayorías  que ya no son silenciosas, entonces esta copa tiene sentido y razón.
Más de alguna vez, en el Unión chica, sin decirnos palabras te observe desde mis ojos admirados ante el maestro que venía con la carga de poemas del sur.
Desde entonces varios Teillier han cruzado por mi camino. Supongo todos ellos llevaran tu sangre; Mauricio Teillier en Temuco y sus afanes políticos sociales, Guillermo Teillier en la lucha diaria con la hoz y el martillo, caminando al lado de mi amada Gladys Marín, pablo Teillier, hermoso joven y talentoso actor, que desde las tablas de  Temuco voló  a otras latitudes con el teatro y el compromiso.
Conmigo vienen Guido Eytel, Ninoska Pacheco, Magdalena  Contreras, Juvencio Valle, desde la entraña misma de Nueva Imperial, los mapuches despojados y asesinados. Traigo un trozo del rio Chol- chol hoy agotado y saqueado por los poderosos.
Traigo la voces de miles de mujeres, que no quieren más ser segregadas y violentadas. El llanto furioso al ver a sus hijos asesinados por Carabineros. Hablo por los mutilados. Para que la Poesía tenga sentido y Razón – al decir de Neruda-  denuncio que mi patria es saqueada por unos pocos y para mantener sus privilegios reprimen ferozmente.
Antes de levantar esta copa – Compañero Teillier- te digo que no olvido a mis compañeros detenidos desaparecidos y asesinados en dictadura. Que mi palabra  tiene sentido, al ser el arma filuda que asesina el olvido. Hoy Jorge no sé si podrías cantar el paisaje, la tierra, porque hoy unos pocos se han adueñado del agua y en muchos lugares la postal es sequedad absoluta.
No brindo porque no hay nada que brindar. En esta copa lloro tu ausencia de poeta necesario y lloro por mi pueblo martirizado.
Bebo para que el líquido violente mi corazón y mi palabra nada detenga su grito denuncia que en la boca de mi pueblo es poesía.

Me despido de mi mano
que pudo mostrar el rayo
o la quietud de las piedras
bajo las nieves de antaño.
Para que vuelvan a ser bosques y arenas
me despido del papel blanco y de la tinta azul
de donde surgían ríos perezosos,
cerdos en las calles, molinos vacíos.
 Me despido de los amigos
en quienes más he confiado:
los conejos y las polillas,
las nubes harapientas del verano,
mi sombra que solía hablarme en voz baja.
Me despido de las virtudes y de las gracias del planeta:
los fracasados, las cajas de música,
los murciélagos que al atardecer se deshojan
de los bosques de casas de madera.
Me despido de los amigos silenciosos
a los que sólo les importa saber
dónde se puede beber algo de vino
y para los cuales todos los días
no son sino un pretexto
para entonar canciones pasadas de moda.
Me despido de una muchacha
que sin preguntarme si la amaba o no la amaba
caminó conmigo y se acostó conmigo
cualquiera tarde de esas en que las calles se llenan
de humaredas de hojas quemándose en las acequias.
 Me despido de una muchacha
cuyo rostro suelo ver en sueños
iluminado por la triste mirada
de trenes que parten bajo la lluvia.
Me despido de la memoria
y me despido de la nostalgia
—la sal y el agua
de mis días sin objeto—
y me despido de estos poemas:
palabras, palabras —un poco de aire
movido por los labios— palabras
para ocultar quizás lo único verdadero:
que respiramos y dejamos de respirar.
Salud, Jorge por todos los que salieron a las calles, y enarbolaron el mejor poema del pueblo; Su proclama irreverente, contestaría, que no calla ante el poder o el dinero y que lucha para abrir  las anchas Alamedas.
En esta tarde no estamos recordando a un muerto; porque la poesía goza de muy buena salud. Permíteme que este brindis sea por;
Los Jubilados que luchan en contra de sus pensiones de hambre
Por los que buscan y exigen salud de calidad
Por los jóvenes que no se domestican y dan la pelea por una educación gratis y de calidad
Por las mujeres y sus derechos
Por los pueblos originarios; Nuestros pueblos que aun hoy empobrecidos vemos transitar en carretas por las venas de la patria herida.
Por los trabajadores explotados, amenazados.

También bebo mi copa, porque aun nos cueste lagrimas, sudor y sangre tendremos nueva constitución, desde, con y para el pueblo.
Las campanas de las torres de las iglesias, nuevamente asustaran a las palomas, será el anuncio de una nueva primavera en el Chile que merecemos.
Salud Jorge
Yo un marginal, anciano, enfermo y pobre, te saluda.
“Arriba los Pobres del Mundo de pie los Esclavos sin Pan……” 




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