domingo, 14 de junio de 2020

Carta a mis Compatriotas

Carta a mis compatriotas;
Por
Carlos Ernesto Sánchez.
Escribo estas palabras con  la más profunda angustia, ante la situación que vivimos producto de la Pandemia. Soy un hombre de la tercera edad, con 8 enfermedades que me aquejan en mi cuerpo, pero quedando aun la reserva de mi capacidad de pensar, sentir, actuar y hacer algunas actividades que forman parte de mí ser; Leer y Escribir.
Vivo solo y estoy solo. Tal vez tengo el privilegio de vivir en una zona campestre, rodeada de cerros, a diferencias de otros y otras de mi misma edad e iguales condiciones de salud, con el agravante de residir en pequeños espacios, insalubres, acosados por la delincuencia y el narco tráfico.
Si el tiempo de una vacuna en contra de  la pandemia, no es muy largo, tal vez no engrose la lista de sus víctimas.
Cada dia con dolor escucho noticias que dan cuenta de la orfandad que muchos vivimos y para otros en la inconsciencia de la juventud, o el poder del dinero, o la buena salud, que se exponen y desafían a la enfermedad, colocándonos a los viejos, pobres, enfermos en las barbas mismas del virus.
Desde esta angustia que vivimos muchos, de la incertidumbre del que pasara mañana, de esta soledad que corroe el alma y una situación económica desastrosa, no solo llamo, grito y ahora suplico, seamos capaces de vaciar las calles, de no salir, de hacer vida las directrices de la autoridad, para vislumbrar que podemos tener una oportunidad a vivir.
Los pequeños gestos, son sin duda los que dan sentido a la vida; Ojala hagamos de esos pequeños gestos el ritual en  estos tiempos de soledad y carencias de amplios sectores de nuestro país. Basta un llamado para saber como estamos o para desgranar el dia en familia y amistad.  No es necesario – por ahora- el contacto físico, pero no puede ser que cuando la ciencia nos otorga varias formas de comunicación, la soledad sea fuerte y los silencios totales. No solo los cercanos deben romper el círculo de la soledad, sino también aquellos que enarbolan la palabra amistad.
Yo dentro de todos mis problemas de salud, siento sanación en mi alma, cuando alguien desde los rincones, territorios, lugares y realidades, llaman en la entrega de  amistad.
En esta Pandemia no solo la autoridad política- sanitaria, tiene algo que decir; Todos, Usted y Yo, hagamos que la noche del huerto pase pronto y la realidad resucitada – no solo de nuestra patria- sea cierta.
En esta hora de dolor, pienso y hago mío el sufrimiento de aquellos infectados o de los otros que en pobreza buscan formas de sobrevivir. Los que tenemos un plato de comida asegurado, un espacio para vivir dignamente, no dejemos de pensar en los otros que no tienen y si no podemos ser solidarios en lo material, seamos custodios de la salud, no saliendo a la calle, no exponiéndose y exponiendo a los demás.
He vivido muchos años  y haciendo vida las palabras de Isidora Aguirre, exclamo “Doy por vivido todo lo soñado y por soñado todo lo vivido” pero aun quiero para ver crecer, jugar, estudiar y ser una mujer valiosa e integra a mi sobrina nieta.

Mi sueño imposible, es posible; Escuchar el Ring del teléfono y que una voz amiga – aunque no conozca- espante la soledad y siembre aun mas las ganas de vivir y vencer a la muerte. De usted, de ti depende. Mi corazón  aprendió en la vida, el ejercicio de esperar.

sábado, 13 de junio de 2020

Emaus; De la Muere a la Vida

Columna de Opinión.
Emaus; de la muerte a la vida
Por
Carlos Ernesto Sánchez
El Abate Pierre, ante la muerte de un hombre en la calle y el abandono, grito con fuerzas que ese funeral, era el funeral de la vergüenza. Este sacerdote que llego a ser Diputado en  Francia, abierto a la acción  del espíritu y consecuente con su fe  y aplicando la sentencia de ver, juzgar y  actuar, no quedo en la denuncia de las injusticias y formo la organización, cuya misión impuesta por el amor, se dedica a consolar, promover, por medio del trabajo a todo hombre o mujer que requiera apoyo.
En Chile un grupo de jóvenes reunidos en los suburbios de Santiago, encabezados por José Aravena, dieron luz a comunidades de  vida. Creativos a ejemplo del Abate Pierre, se dedicaron a recuperar  materiales en desuso y abrir las puertas de sus traperías a quien golpeara a sus comunidades. Hoy están presentes en Santiago, San Bernardo, Talca, con sus camiones recolectando lo que se  desechan. Apoyan  y promueven   a drogadictos, alcohólicos, pobres sufrientes, seres sin esperanzas. Hoy viven comunidades   trabajando en la recuperación de lo que otros desechan. Viven bien, dignamente,   atentos a los signos de los tiempos. No solo recuperan bienes materiales sino hombres y mujeres, que por diversas razones terminan en la pobreza abandono, en  calles de la cuidad.
Son los descartados de la sociedad, como ha dicho el Papa Francisco. No son  Congregación religiosa, pero sin duda hacen vida las palabras de Jesús, el resucitado “Lo que hacéis a uno de estos a mi me lo hacéis” el Papa  ha dicho reiteradamente “     “La Paz es obra de Justicia” y este grupo de hombres encabezados por Pepe Aravena, Manuel Gavilán y otros  trabajan y son promotores de Justicia.
Todos podemos y debemos – así lo urge nuestro compromiso cristiano- apoyar de todas las formas posibles. Las Traperías son lugares  donde a precio módico se encuentra de todo, recuperado por hombres y mujeres que con su trabajo son seres dignos, plenos queridos y acogido con verdadero respeto y amor.
Los conozco. En momentos de cesan tía en Temuco, Región de la Araucanía, cuando había perdido todo, hasta la dignidad de mi mismo, abrieron sus puertas y no falto un plato de comida, cama, duchas y la alegría de la comunidad.
Recuerdo con cariño y agradecimiento a Alfonso Merillan, quien junto a otros  respeto mis tiempos de dolor y soledad. Esos fueron días maravillosos que jamás han salido de mi vida.
Con los años nos hemos encontrado con los Traperos en otros escenarios, defendiendo la vida, libertad, compromiso con los pobres y siempre vuelvo a recordarlos porque no con palabras, sino con hechos, aprendí a ser  hermano de todos, especialmente los sufrientes y marginados, envilecidos por esta sociedad de consumo, donde la entrega de uno mismo no es entendida por esta sociedad amante del dinero y poder sobre otros, especialmente los más pobres.
Escribo sobre los Traperos de Emaus, porque en esta hora de dolor tenemos la obligación de apoyarnos en la construcción de un mundo mas humano.
No bote aquello que en buen estado  es recuperable, puede cambiar vidas.
Siempre hay un miembro de la comunidad dispuesto a ir donde usted los llame para retirar sus donaciones.
Jesús expresaba “No hay amor más grande que aquel que da la vida por sus   hermanos.”
Y el mandamiento primero y más importante es” amaos unos a otros como yo los he amado” Sin duda una vara muy alta. No es amor a ídolos o iglesias y practicas piadosas. No es ser padre de nadie, sino hermano de todos a ejemplo del obrero de Nazareth.
La medida del amor es la justicia, la cual nos debe comprometer  con la realidad de nuestros hermanos, teniendo voz y presencia, a ejemplo del Abate Pierre en la política, la predica y el testimonio de vida.
Las comunidades  de Emaus, son hombres y mujeres, que luchan día a día, por Reino de Dios y su justicia. No importa sino proclaman con los labios el nombre del resucitado, pero sus corazones y acciones, hacen vida la palabra del hijo de Dios.
Lea esta columna y al conocer a los Traperos de Emaus,  vera que un trozo del paraíso se construye aquí y ahora.
Mi corazón y compromiso está con ellos, donde Dios marcha junto a los pobre y descartados de esta sociedad consumista.



domingo, 24 de mayo de 2020

Esta es la Hora de lo que Viviremos Mañana

Columna de Opinión
“Esta es la Hora de lo que viviremos mañana”
Por
Carlos Ernesto Sánchez.
Sin duda la pandemia nos golpea fuerte. La desobediencia vivida por muchos sectores de la ciudadanía – en semana santa, 21 de mayo  y otras fechas- de  salir a la calle, no respetar los protocolos, hoy  pasa la cuenta. Estamos al borde de la crisis. En esta cruda realidad donde la organización presencial debe estar ausente, para evitar el contagio, donde la pobreza golpea puertas y el miedo a la enfermedad y el que hare mañana, porque el futuro se ve difícil, es  bueno volver la mirada a otros tiempos  que por muchos años nos trajo la pandemia de la dictadura; Censura, represión, hambre, muerte, desapariciones. Hechos que por años vivimos y padecimos. Fueron años difíciles que logramos derrotar. En primera línea siempre estuvo la Iglesia católica y otros credos religiosos, que poniendo en riesgo su propia integridad no abandonaron a los pobres y marginados.
Hoy nuevamente la iglesia asume un papel protagónico de servicio, a diferencia de ayer hoy la inmovilidad es necesaria para no seguir transmitiendo el virus.
La iglesia ha puesto al servicio de la autoridad sanitaria – no una- sino muchas casas  como lugares de aislamiento y cobijo, para personas contagiadas, o en situación de calle. De sus recintos han salido cientos de cajas de alimento o elementos sanitarios para apoyar, sin hacer distinción de ninguna especie.
En muchos conventos las religiosas, junto a su labor más propia como es la oración, han destinado tiempo a confeccionar mascarillas o han abierto  puertas de sus comunidades para albergar a quien lo necesite.
Hoy la Iglesia, no cuenta con el diezmo o recurso que ingresa por otros servicios que facilita a la comunidad; han asumido lo decretado por la autoridad y toda ceremonia se realiza vía internet – redes sociales. Sin duda no se está dando desde llamada riqueza de la institución, sino de un compartir verdadero y fraterno.
Este ha sido un tiempo de volver a reencontrarse con los creyentes y hombres de buena voluntad, después de un periodo que remeció la sociedad ante los escándalos de algunos sectores del clero.
El pontífice romano, sin la parafernalia de un Juan Pablo II ha llevado la iglesia a reencontrarse con sus raíces, con el mensaje de Jesús. De una iglesia triunfalista nos lleva hacia una iglesia servidora, de la riqueza y el boato pasamos a la austeridad. De una teología europeizante a la mirada desde los pueblos oprimidos y sufrientes, desde la censura a la liberación.
Hoy son tiempos de gracia para los creyentes. Una puerta  se abre para hombres y mujeres que deseen gastar su vida en el servicio a los más pobres y necesitados.
Esta pandemia con todo el dolor que trae, es también un tiempo de gracia, porque nos da la oportunidad de volvernos a mirar a la cara, de entender que solo, no salimos de esta pandemia, sino solidariamente, de replantearnos los seudo valores que el modelo nos impone.
No por cálculo político, ni crecimiento en la encuesta esta es la hora de la unidad. En nuestras poblaciones hay hambre, soledad, vivir escondidos de las balas de los narcotraficantes, de construcciones míseras, donde se vive en total hacinamiento.
No sé si se ha hecho bien o mal, el trabajo frente a la pandemia, lo que si quedad claro que la miseria ha develado su cortinaje, mostrando las verdaderas condiciones que viven grandes mayorías.
 Esta no solo es la hora de entregar bolsa de mercaderías o bonos, es la hora de inyectar valores a una sociedad que está enferma no solo de corona virus. Es la hora del ejercicio de la solidaridad, de la palabra y el gesto amigable, de hacer del servicio público un apostolado.
Así como la Iglesia, se hace presente en estos momentos de dolor, las municipalidades aun más, deben gastar horas y recursos en acompañar a los vecinos, promover el fortalecimiento de las unidades vecinales y de las organizaciones de base.
En esta hora  todos tenemos un protagonismo en esta pandemia, hasta para ser protectores de gatos y perros comunitarios, seres silentes a los que no hay que dejar en el abandono.

Esta es la hora de lo que viviremos mañana.

miércoles, 13 de mayo de 2020

Columna Vencedores de la Vida

Columna de Opinión
“Vencedores de la Vida”
Por
Carlos Ernesto Sánchez.
Al ver  imágenes de miles de personas  en calles, centros comerciales, ferias y espacios públicos, sin duda la pregunta obvia es que ha pasado con el publicitado confinamiento al que ha sido sometido gran parte del país.
El Ministro de Defensa, alabo el trabajo de las fuerzas armadas e hizo rimbombantes anuncios de “Tirar toda la carne a la parrilla” que por los resultado  eran solo unos escuálidos chorizos. La gente sigue en  calles, negocios abiertos, fiestas por aquí y allá y el no uso de mascarillas un mal chiste que no produce risas.
De un tiempo  a esta parte las Fuerzas Armadas han demostrado que la sentencia de Korry, embajador de EEUU en Chile hace años, parece ser cierta “Los soldados Chilenos son soldaditos de juguete” nada de lo   encomendado lo han hecho bien, no logrando imponer orden y respeto.
¿Cómo es posible que a metros de un control con presencia de uniformados se asalte un camión blindado y se roben 1.500 millones? Y nadie vio nada.
Hoy con toque de queda se asalta con más impunidad, que en día normal. Sin dudas todas las promesas y amenazas de Piñera de terminar con la delincuencia, no pasaron de ser una bravuconada de campaña y de descalificación de la ex presidenta Bachelet. Por la boca muere el pez, dice el viejo refrán.
Mejor de carabineros ni hablar; Han demostrado  pericia en reprimir demandas ciudadanas y en participar en ilícitos, lo cual tiene a varios uniformados en tribunales encausados por delitos. Y su ineficiente general director sigue en su cargo, gracias a la porfía y una mala entendía lealtad expresada por el gobierno.
A pesar  de la incapacidad de carabineros y fuerzas armadas, de mantener el orden público, no ha sido malo el trabajo salud  realizado frente al tema de la pandemia, se ha informado bien sobre la enfermedad, instalando espacios y equipos, que den respuesta a los requerimientos de la población.  En este punto sin duda hay reconocer y agradecer el trabajo de la Iglesia Católica, que ha puesto a disposición de las autoridades su infraestructura para ayudar en momento muy difíciles.
Quienes también han desarrollado un trabajo valioso han sido Investigaciones de chile. No solo ha sido apoyo en labores de calles, sino seguir atendiendo sus trabajos propios, con éxito en temas investigativos.
Molesta que varios Ministros desarrollen un discurso rimbombante frente al rol de las Fuerzas Armadas, cuando los hechos, la realidad muestran un resultado mínimo, en el tema de orden público.
Este gobierno tiene especialidad en armar parafernalia, promesas vacías que en el transcurso de horas y días, van cayendo y solo queda el gasto de promesas incumplidas.
¿Qué hacer? ¿Cómo logramos se entienda el peligro que vivimos, especialmente aquellos que tenemos enfermedades de base? Los ancianos, enfermos, pobres, desvalidos son sin duda las victimas que pagaran con su vida, la irresponsabilidad de seres que salen sin medidas de seguridad a transitar por calles u otros espacios, y luego contagian a los más débiles de su cercanía.
Tal vez algunos deban salir, por causas bien fundamentadas, pero deben hacerlo con el máximo de seguridad, y eso no es lo que se ve en calles o centros comerciales.
Chile  ha vivido grandes dolores, de toda  índole, no ha aprendido a valorar la vida, a protegerla, luchar en solidaridad por lo más débiles y marginales.
Hoy deberíamos sentir vergüenza que ancianos estén muriendo, no solo de esta enfermedad, sino de la peor pandemia; Soledad, miseria, abandono, olvido. Ellos que dieron todo, en la lucha del día a día, por años.
Esta pandemia es la radiografía que nos plasma, la sociedad neo liberal que algunos rinden culto, donde el hombre no es sujeto de la historia, sino  objeto, transable en el mercado.
Hoy la expresión de repudio a este sistema y tanta injusticia, es quedándonos en la casa, asumir la cuarentena, y vivir y ser testigos de la historia, vencedores de la vida.

   
Columna de Opinión.
“Sr Piñera; El Clamor de Chile”
Por
Carlos Ernesto Sánchez.
Sin duda la pandemia del corona virus, con fuerza recorre no solo las calles de Chile, sino del mundo. En nuestro país crece el número de infectados y también de víctimas fatales.
Como no escribo – poemas o columnas- para la galería, me atrevo con total libertad e independencia a expresar mi aplauso hacia el gobierno de Sebastián Piñera y su ministro de salud. No es popular felicitarlo y reconocer sin mirada ideológica ni cálculos partidistas, que su desempeño frente a la pandemia ha sido intenso, apropiado y en cierta forma efectivo.
No puedo decir lo mismo de lo sucedido ante el estallido social, donde no solo lo hizo mal, sino que dejo una secuela de victimas en la más total huerfania a victimas  e impunidad y protección hacia los hechores.
En esta crisis de salud, quienes no han estado a la altura de las circunstancias, somos los habitantes de esta larga y angosta faja de tierra, está loca geografía. Es indignante ver como la gente sale sin protección a  calles, hace vida social en recintos públicos, no sigue  directrices de la autoridad, y así el contagio sigue su mortal peregrinar dejando en ancianos y gente con problemas de salud, la huella de  muerte. Un modo de actuar irresponsable, falto de conciencia y empatía y respeto hacia otros. Para que vamos a adentrarnos en la voracidad con que cada uno compra acaparando, hasta lo que no necesita.
Esta radiografía nos muestra un país que avergüenza y que da cuenta que somos hijos de un neo liberalismo y una cultura individualista.
Mi crítica a Piñera, es que no ha tenido el coraje en la realidad que vivimos de tomar medidas más extremas. Hoy la delincuencia hace su fiesta de impunidad agravando más  la situación sanitaria.
Es urgente que las Fuerzas Armadas y carabineros, den  señal clara, fuerte, aun teniendo que usar  armas para imponer orden y  se hagan efectivas las medidas decretadas por la autoridad. No son medidas populares, la historia juzgara.
La única forma efectiva de detener a la delincuencia, no es sacándolo de  cárceles, ni aplicando perdonazos. La forma exitosa de detener la pandemia y su secuela de muerte, es con mano extremadamente dura, sin entregar tantos salvoconductos. Si no se entiende con palabras y realidades concretas que la represión sea el medio eficaz para lograrlo y derrotar al virus.
En este escenario,  avergüenza mi sector político – oposición a este gobierno-  queda  sensación que los actores políticos viven en otro mundo. Sus temas no son los que agitamos los ciudadanos temerosos de contraer el virus y muchas veces la muerte.
Hoy el tema principal es la vida, proteger la vida. Estar cerca de la gente que sufre pobreza y cesantía, hacinamiento, los que luchan por vivir con pensiones indignas y que no tiene sueldos millonarios como congresales y algunas autoridades.
Más adelante tendremos  tiempo para analizar y juzgar lo que se está haciendo, por ahora, en nombre de los pobres, marginados, cesantes, violentados hay que implementar medidas extremadamente duras.
Sr Piñera;
Jamás votaría por usted o su sector, pero hoy ante la terrible crisis que vivimos cuente usted y el Ministro de Salud con mi apoyo, que de seguro es el apoyo de miles de ciudadanos con mirada limpia, no ideologizada, ni envenenada de odio, queremos salir adelante y resucitar nuestra amada patria.  


sábado, 2 de mayo de 2020

Poema New York - De Carlos Ernesto Sanchez.




New york no canta ni susurra
 luces de neón  proclaman  la muerte
                               golpea  puertas
sin que Liza Minelli
                                   entone  canción de madrugada
Los cadáveres
          efigies de navidad que no llegara
suman cuerpos
en  orgía de  muerte que no susurra calentura
y el miedo
oración en labios marchitos
viejos, pobres, enfermos,
                                            destartalados desechos
en  noche neo yorkina.

La trompeta
                      del jazz marginal no despedaza
el virus
               ni se hace postal junto a la fogata de calle
en el distrito
                       que abre sus piernas a la muerte
llorosa por ella y por nosotros mismos.

No alcanzan mis fuerzas
                             para sentir el cielo de la ciudad
escuchar bocinazos
que los burdeles costados oscuros, abandonados
refriegue de cuerpos
algún quejido, reminiscencia de juventud
                         
Ahora antes que yo
New York
                  Muere
en la maldición del silencio, que no va
                  en su historia.


viernes, 1 de mayo de 2020

Columna de Opinión
“Hablo por Ellas y Ellos”
Por
Carlos Ernesto Sánchez.
Dentro de las muchas víctimas de este sistema capitalista y agravado por la pandemia que azota al mundo. Sin duda grito de la naturaleza, “de la casa común” como la ha denominado el pontífice romano, se encuentran los pobres que sobreviven marginalmente de su cuerpo, tanto hombres como mujeres, prostitutas, travestis, homosexuales,  marginales que hacen de las calles sus territorios de comercio sexual.
Los espacios públicos con sus vericuetos oscuros, bajo puentes, entradas de metro, tras un árbol o sobre el pasto al amparo de la oscuridad o en la esquina que capta clientes ejercen el viejo oficio de la prostitución.
Hoy no es novedad ver por las noches a muchos travesti extranjeros semi desnudo, con su provocadora estética marginal y el perfume de piezas hacinadas bañadas en vanix fuerte disfrazando la pobreza.
El toque de queda y el sacrosanto virus, que confina todos a su casa no permite el florecimiento de la actividad, ni que los poderosos autos se detengan para subirlos y conducirlos donde el sexo pagado y peligroso sea el grito de la noche solitaria.
Las mujeres muchas de ellas entradas en edad y con años de actividad en el cuerpo, han sido desplazadas por estas mujeres- hombres que pululan en las noches.
Hoy el panorama es difícil; no hay clientes o si lo hay pagan lo mínimo, que alcanza para la bebida y completo, y si se puede el cigarro espanta frió.
Bajo que rotulo debería darse un bono a estos seres, los descartados, personas que para la sociedad no existen. Solo circulan de noche, durante el dia duermen y esconden el rostro con las huellas  del eterno carrete marginal.
Los o las pocas que se arriesgan a salir a la calle, aun con prohibición, muchas veces deben pagar la osadía, con entrega de sus pocas monedas o dar sexo oral regalado a la patrulla que hace una raya en la noche osada de toque de queda.
Alguien podría argumentar que la realidad que arrastran es por su vicio o porque lo quieren; No ellos también son víctimas de la pobreza, marginalidad, como miles de pobres que refugiados en puertas de bancos y edificios viven la cruenta realidad de una sociedad que los ha dejado a la vera del camino.
Algunos salieron muy jóvenes a recorrer las calles para comer; Sin educación, oficio, sin respaldo de casa ni familia, lo concreto era la entrega de su cuerpo joven a cambio de dinero y con esas escuálidas monedas vivir la fiesta de la vida marginal.
De esta realidad al mundo de la droga y  delincuencia, hay menos de un paso, mas cuando la vejez asoma y los clientes buscan y quieren cuerpos frescos para el sacrificio.
Es urgente que haya oficinas municipales para la diversidad o marginalidad, sin parafernalia, donde se apoye en salud, vivienda, trabajo a quien quiera y comprenda que saliendo del mundo carnavalesco de la noche, tendrá una vejez y muerte digna.
Entre los pobres de los pobres, estos míseros, son los más pobres. La pandemia debe dejarnos una enseñanza,  dolorosa  por los muertos, debe ser esperanzadora en cuanto al nacimiento de  una nueva sociedad, más humana, fraterna, respetuosa del otro, capaz de mirar y ver al que está al lado.
Hoy es el momento de frenar a este Chile desbocado, donde inculcan que el tener es la base de la sociedad. Es el momento de mirar y oler nuestras heridas; Destaparlas, exhibirlas  y que el horror nos haga levantar la voz, repudiando la sociedad que estamos viviendo.

Hablo por ellas y ellos, como decía Lemebel, son mis primas, hermanas, amigas, compañeros, los sufrientes que en esta hora de dolor, viven más intensamente su pobreza.

miércoles, 22 de abril de 2020

Columna de Opinión
“El Dia Después”
Por
Carlos Ernesto Sánchez.
Sin duda, dentro de un tiempo corto, el hambre dejara caer su peso sobre los más pobres y abandonados a causa de la pandemia que nos afecta y del sistema económico imperante, inhumano.
Volveremos a vivir la feroz experiencia de cesantía,  hambre y  abandono vividos en  días de la dictadura, donde para comer había que agruparse en torno a capillas y parroquias en ollas comunes.
Miles de hombres y mujeres salían a calles a recoger lo que quedaba de ferias o derechamente a pedir para comer. Los sueldos mínimos eran indignos, agravado por el miedo a ser detenidos y pasar a engrosar listas de detenidos desaparecidos. Fueron momentos terribles.
Recuerdo que más de una vez en la Capilla de la Población El Montijo fuimos allanados, volcado nuestras ollas con comida e incendiado nuestro templo. Nada de eso se debe olvidar.
Hoy no estamos en dictadura – no por la lucha de los poderos, sino por la movilización del pueblo- pero vivimos en un modelo inmoral, denunciado una y mil veces por los últimos pontífices.
De seguro tendremos que abrir ollas comunes bajo el alero de la iglesia y municipalidades. Volverán a repletarse los consultorios pidiendo insumos para no adquirir una y mil pestes que trae la pobreza. Sera el momento de organización, de  bolsas de cesantes, comprando juntos, los comités de defensa del pueblo, comités de salud. Es momento de re articular aquello que teníamos como organización y que los poderosos nos hicieron creer que estábamos en otro momento de la historia.
Hoy la represión viene con agentes del estado, y la muerte desafiante con el virus que ataca a nuestros viejos, pobres e indefensos.
Los bonos que entrega el estado, son insuficientes. No hay mascarillas ni guantes para repartir a la mayoría de la población. No hay verdad de partes del Ministro de Salud y en general del gobierno.
Los pobres no pueden hacer cuarentena, ni los migrantes  que viven en piezas o cites insalubres. No se puede pedir cuarentena a quien vive de vender algunos míseros productos en la calle, o que limpian autos, ellos tiene que salir para poder comer.
Ellos no son quienes atestan los supermercados llevándose todo aun aquello que no necesitan. Hoy es la hora de la solidaridad, de compartir aun con aquellos que no conozco. Es la hora de la organización entendiendo que solo esta nos permitirá sobrevivir.
Después de esta pandemia, nada puede ser igual, será la hora de la solidaridad de clase, de repudiar a los pregoneros del libre mercado, a los defensores de este modelo neoliberal, que hace agua por todas partes.
Que esta pandemia sirva para reencontrarnos con el otro. Volver a conversar, humanizar nuestra vida, no trasformar al otra u otro en numero, sino en hermano,  compañero de ruta.
Hoy Chile y el mundo sufren, tal vez la peor de las pandemias; La soledad e inhumanidad. De nosotros, de nuestra organización depende el futuro de la humanidad. Otro mundo es posible.  

·         Poeta

lunes, 13 de abril de 2020


Columna de Opinión
“Si No Hay Justicia, Hay Funa”
Por
Carlos Ernesto Sánchez
Ante la bofetada espantosa recibida de parte del poder judicial, al dejar libre en sus casas cómodamente a un grupo de asesinos violadores de derechos humanos, no queda solo el camino de recursos o denuncias ante organismos internacionales denunciando por abrir caminos para la impunidad. Hoy fue un grupo de ancianos asesinos, mañana tendremos en las calles a feroces y sádicos criminales como Krassnoff, el Fanta u otros cuyos nombres jamás podremos ni debemos olvidar.
Todas las formas de luchas, hoy son permitidas, en esta guerra en contra de impunidad. Una -entre varias- seria reactivar las funas, no dando espacio para que estos criminales caminen tranquilamente por las calles o vivan en nuestros barrios. Debemos estar presente donde haya uno de ellos, y no debe ser la mal llamada misericordia quien impida que se haga justicia; Si no hay Justicia, Hay Funa.
La causa de la justicia, no es venganza ni odio. Es  señal potente que jamás se perdonara y aceptara que agentes del estado, con recursos de todos los chilenos, violen derechos humanos, y esto es válido no solamente para represores de ayer sino para los de hoy.
Todos queremos una sociedad sana, educadora para las nuevas generaciones en verdad y justicia, lo cual no es posible dejando libre a estos criminales, que además gozan de privilegios que otros condenados no tienen, recibiendo altas pensiones y beneficios, por su trabajo de delinquir, violar, asesinar, hacer desaparecer a ciudadanos, solo por pensar distinto.
Los que levantan su voz clamando misericordia, piedad e invocando edad y estado de salud de los criminales, no hablan por estos últimos, sino por si, tienen claro que fueron los instigadores y cómplices del golpe y de las violaciones cometidas. Nunca estos cómplices han pisado una cárcel o han sido juzgados, por el contrario algunos ejercen cargos de elección popular, lo que demuestra que nuestro pueblo olvida con rapidez.
Hoy por medio de las redes sociales, debemos funar a cada uno de  estos criminales, no pueden tener descanso en paz. Sus  nombres como letanía funesta deben sociabilizarse para que todos sepan quién es quién y que hicieron en contra de indefensos ciudadanos.
Así como un día lo hizo el Movimiento Contra la Tortura Sebastián Acevedo, debemos colocarnos en la puerta de los Tribunales de Justicia, denunciado a jueces y magistrados que avalan la impunidad.
Hoy no es momento de silencio, menos de perdón y olvido. Si no queremos y repudiamos la represión en contra de nuestros jóvenes que quedaron ciegos y mutilados, exigiendo la renuncia del general director de carabineros, tampoco debemos permitir que lo sucedido en dictadura quede archivado.
La Funa no es lo que queremos como expresión de justicia, pero ante la ausencia de esta, es herramienta eficaz para condenar socialmente a estos criminales.

En nuestras redes sociales difundamos direcciones, teléfonos, nombres, fotos actuales y todo aquello que pacíficamente denuncie donde hay un criminal viviendo, porque nada ni nadie está olvidado.

viernes, 10 de abril de 2020

Columna de Opinión
“El otro Vía Cruces de la Araucanía”
Por
Carlos Ernesto Sánchez.
La Araucanía no solo esta vez sufre intensamente, desde hace muchos siglos lo vive con la mal llamada pacificación, la pobreza, el robo de territorios, la discriminación por ello viene viviendo un vía crucis doloroso, y ahora con esta feroz pandemia que va dejando una huella de muertos, muchos de ellos historia viviente de nuestra realidad de pueblo.
Los hijos de la prodiga belleza verde de esta región, que estamos esparcidos por diferentes realidades de Chile y el mundo, vemos con dolor como el virus ataca ferozmente a sus ciudadanos.
En esta hora pienso en Chol- Chol, cercana a Nueva Imperial, la bella comuna de bondadosa gente, amistosa, que dio para el país a intelectuales de categoría como Juvencio Valle nacido en la localidad de Almagro. En  su plaza contempló la tarde Pablo Neruda.
Ya no volveré a bañarme en el rio Chol- Chol, pero sus aguas, orillas y sauces, no han salido de mi, postal para siempre de aquel tiempo hermoso.
En mi cuerpo, adherido a mí historia esta Lautaro y su plaza llena de hojas, en el ritual del otoño. El Puente y su molino y la figura de Jorge Teillier contemplando sus calles.
Como olvidar Puerto Saavedra y el cerro Santa Viviana o las caminatas hundiendo los pies en la arena. Un paisaje inolvidable, con un entorno para recorrer en barcaza y quedar sobrecogido por el paisaje- incluyendo Puerto Domínguez-  con  sus cisnes de aristocrática belleza.
Hoy los hombres y mujeres que conforman su historia; Los Morovich, Salas, Narváez, Ninoska Pacheco, entre otros, y la gran cantidad de poetas y artista de primer orden que engalanan la Araucanía, sufren ante esta epidemia.
Sin duda sabremos levantarnos, sin olvidar jamás a los que quedaron en el camino.
Volveremos a recorrer cada calle o plazuela intima, donde muchas veces refugiamos nuestra juventud.
Otros levantaran una copa o un café, recordando estos días que requieren  solidaridad y responsabilidad de todos.
Hoy es el momento de pensar que Araucanía queremos para vivir. Hoy es el momento de humanizar profundamente nuestro actuar. Hoy es el momento de resguardar nuestras riquezas naturales y no arrasar con todo, en nombre de la modernidad. Hoy es cuando debemos beber en nuestro pozo, con historias heroicas y desde allí aprender lecciones.
Aunque estoy lejos de esas benditas tierras, no hay un solo momento que no recuerde cada milímetro de ese lugar y el grito ancestral que nos da  fuerza, para una vez más vencer y salir adelante.
En esta hora de dolor este vía crucis nos llevara – nos lleva- a la pasión y seguramente a la muerte, pero también – sin duda- a la resurrección.


jueves, 26 de marzo de 2020

Palabras ante la Tumba de Jorge Teillier.
Viernes 13 de Marzo
En el Marco de la Presentación de mi Libro en La Ligua
Estuvo presente la Poeta Ingrid Córdova y otras personalidades Comunales.

Jorge; No vengo con un vaso de vino, para que nos sentemos a la orilla de esta tumba a recordar las calles de Lautaro o Victoria, o para traer a la memoria a los amigos que dejamos en el SUR; Tu en Lautaro o Victoria, yo en Nueva Imperial o Chol- Chol-
Nuestros pasos se marcaron en la Araucanía, en Temuco o en Nueva Imperial, Carahue, Puerto Saavedra   donde aun me encuentro con Neruda o  Selva Saavedra en la vuelta de cada esquina cuando las hojas se han adueñado de plazas y calles.
Son tuyas las postales del tren, con su estruendo dividiendo los amaneceres, los gorriones en la torre de la iglesia, o el molino de Lautaro donde vivía el amor que con sus ojos claros por un breve periodo me conquisto.
Hoy comparto con la urgencia, de quien siente que la vida se  va, esta copa, que tiene nostalgia, recuerdos, poemas y ahora mi grito ahogado ante el dolor que crucifica la patria.
Las copas Jorge que bebimos años antes,  en murmullos, a media voz, comentando  sobre el destino de nuestros hermanos en la ruta  por un Chile más justo y humano que eran perseguidos, y arrancados a la tierra, para no volverlos a ver más.  Hoy la historia parece repetirse; en la huella del traidor González Videla, el actuar presidente permite que nuestros jóvenes sean mutilados y asesinados.
Cuando levanto mi puño en cada espacio que puedo, y el  poema denuncia lo proclamo en el grito furioso del amante a quien persiguen por sostener sueños que beneficien a las grandes mayorías  que ya no son silenciosas, entonces esta copa tiene sentido y razón.
Más de alguna vez, en el Unión chica, sin decirnos palabras te observe desde mis ojos admirados ante el maestro que venía con la carga de poemas del sur.
Desde entonces varios Teillier han cruzado por mi camino. Supongo todos ellos llevaran tu sangre; Mauricio Teillier en Temuco y sus afanes políticos sociales, Guillermo Teillier en la lucha diaria con la hoz y el martillo, caminando al lado de mi amada Gladys Marín, pablo Teillier, hermoso joven y talentoso actor, que desde las tablas de  Temuco voló  a otras latitudes con el teatro y el compromiso.
Conmigo vienen Guido Eytel, Ninoska Pacheco, Magdalena  Contreras, Juvencio Valle, desde la entraña misma de Nueva Imperial, los mapuches despojados y asesinados. Traigo un trozo del rio Chol- chol hoy agotado y saqueado por los poderosos.
Traigo la voces de miles de mujeres, que no quieren más ser segregadas y violentadas. El llanto furioso al ver a sus hijos asesinados por Carabineros. Hablo por los mutilados. Para que la Poesía tenga sentido y Razón – al decir de Neruda-  denuncio que mi patria es saqueada por unos pocos y para mantener sus privilegios reprimen ferozmente.
Antes de levantar esta copa – Compañero Teillier- te digo que no olvido a mis compañeros detenidos desaparecidos y asesinados en dictadura. Que mi palabra  tiene sentido, al ser el arma filuda que asesina el olvido. Hoy Jorge no sé si podrías cantar el paisaje, la tierra, porque hoy unos pocos se han adueñado del agua y en muchos lugares la postal es sequedad absoluta.
No brindo porque no hay nada que brindar. En esta copa lloro tu ausencia de poeta necesario y lloro por mi pueblo martirizado.
Bebo para que el líquido violente mi corazón y mi palabra nada detenga su grito denuncia que en la boca de mi pueblo es poesía.

Me despido de mi mano
que pudo mostrar el rayo
o la quietud de las piedras
bajo las nieves de antaño.
Para que vuelvan a ser bosques y arenas
me despido del papel blanco y de la tinta azul
de donde surgían ríos perezosos,
cerdos en las calles, molinos vacíos.
 Me despido de los amigos
en quienes más he confiado:
los conejos y las polillas,
las nubes harapientas del verano,
mi sombra que solía hablarme en voz baja.
Me despido de las virtudes y de las gracias del planeta:
los fracasados, las cajas de música,
los murciélagos que al atardecer se deshojan
de los bosques de casas de madera.
Me despido de los amigos silenciosos
a los que sólo les importa saber
dónde se puede beber algo de vino
y para los cuales todos los días
no son sino un pretexto
para entonar canciones pasadas de moda.
Me despido de una muchacha
que sin preguntarme si la amaba o no la amaba
caminó conmigo y se acostó conmigo
cualquiera tarde de esas en que las calles se llenan
de humaredas de hojas quemándose en las acequias.
 Me despido de una muchacha
cuyo rostro suelo ver en sueños
iluminado por la triste mirada
de trenes que parten bajo la lluvia.
Me despido de la memoria
y me despido de la nostalgia
—la sal y el agua
de mis días sin objeto—
y me despido de estos poemas:
palabras, palabras —un poco de aire
movido por los labios— palabras
para ocultar quizás lo único verdadero:
que respiramos y dejamos de respirar.
Salud, Jorge por todos los que salieron a las calles, y enarbolaron el mejor poema del pueblo; Su proclama irreverente, contestaría, que no calla ante el poder o el dinero y que lucha para abrir  las anchas Alamedas.
En esta tarde no estamos recordando a un muerto; porque la poesía goza de muy buena salud. Permíteme que este brindis sea por;
Los Jubilados que luchan en contra de sus pensiones de hambre
Por los que buscan y exigen salud de calidad
Por los jóvenes que no se domestican y dan la pelea por una educación gratis y de calidad
Por las mujeres y sus derechos
Por los pueblos originarios; Nuestros pueblos que aun hoy empobrecidos vemos transitar en carretas por las venas de la patria herida.
Por los trabajadores explotados, amenazados.

También bebo mi copa, porque aun nos cueste lagrimas, sudor y sangre tendremos nueva constitución, desde, con y para el pueblo.
Las campanas de las torres de las iglesias, nuevamente asustaran a las palomas, será el anuncio de una nueva primavera en el Chile que merecemos.
Salud Jorge
Yo un marginal, anciano, enfermo y pobre, te saluda.
“Arriba los Pobres del Mundo de pie los Esclavos sin Pan……” 




sábado, 21 de marzo de 2020

Columna de Opinión
“La Humanidad Urge”
Por
Carlos Ernesto Sánchez.
Leo en algunos medios de prensa, una feroz ofensiva en contra del Ministro de Salud Jaime Mañalich y de Sebastián Piñera por el manejo de esta feroz crisis de salud. Con dolor veo como algunos aun persisten en agruparse en la Plaza de la Dignidad, protestando sin asumir que estamos ante una grave situación que nos afecta..
Es indignante presenciar como otros viajan desde Santiago al litoral, en una actitud festiva, sin importar aquellos que vivimos en el lugar en forma permanente y que no queremos contagiarnos; ¡ En qué país vivimos! .
Dos referentes totalmente opuestos tienen razón; Por un lado los comunistas y la izquierda dura, denuncian desde siempre como este modelo nos lleva por un camino individualista, donde el otro importa poco o nada. Por otro lado el Papa Francisco a quien pocos escuchan, lo dice constantemente; el mundo sufre, hay miseria, pero más grave hay indiferencia, poca solidaridad.
Esta pandemia deja a la vista, un mundo individualista, que ha asumido políticas neo liberales donde somos solo cifra, no  expresión de humanización.
No me gusta el Ministro de Salud, ni menos Piñera, pero no es la hora de fomentar la hoguera e ir en su contra. Es el momento de dejar de tener  mirada ideologizada que impida a abrirse a un dialogo y abrir puertas en busca de soluciones.
Mi actitud es otra; Creer, esperar, confiar, tal vez porque soy persona por edad y salud de alto riesgo. Me duele ver como algunos hacen de la vida una fiesta, cuando el dolor embarga. Vivir con temor es terrible y más si se vive con pocos recursos, y el dia a dia obliga a salir a comprar lo mínimo para vivir. Duele ver salir gente  de supermercado con carros repletos de mercadería, bidones de agua, verduras y bolsas de pan, que seguramente no consumirán y se pondrá duro.
Estoy confinado en mi casa, solo, con pocos recursos, con miedo y sintiendo la bofetada de aquellos que o amparados en su juventud o en el poder que da el dinero, pasan por la carretera hacia la playa, como si nada sucediera.
¿Qué sociedad estamos construyendo? Una donde el hombre está ausente de la historia; Una sociedad sin música ni poesía, con  miedo al silencio, donde todo es desechable, donde para algunos sería más fácil, comprar amigos en los supermercados, en cuotas mensuales.
Desde los ojos de la fe, uno se pregunta qué quiere Dios, con esta pandemia;  Simple, Volverse a mirar a los ojos, reconocerse en el otro, ser solidario, amar la vida con gratuidad, gozar de aquello que enaltece el espíritu.
Es el momento de detenerse; las tarjetas de crédito dejarlas de lado, el yo llevado hasta el extremo, un individualismo salvaje, no es respuesta a la realidad presente.
Ha muerto una Chilena victima de la pandemia, duele es una hermana de nuestra tierra. No hay que esperar que vivamos en un permanente funeral de la vergüenza, hoy es la hora de asumir nuestra responsabilidad con nosotros y con el vecino o el que no conozco.
Esta pandemia deja instalada la pregunta; que país, que sociedad queremos para nuestros hijos, familiares y amigos. He luchado por muchos años, denunciando que el mercado no es todo, que Dios existe, que la fraternidad es posible. Hoy es el momento que los humanistas que hemos salido a las calles en contra de la inhumanidad, levantemos las banderas de un  mundo diferente, de otro Chile.
Sin duda me avergüenzo de aquellos conciudadanos que en esta hora ponen ideologías, o el fin justifica los medios, y no asumen junto a la autoridad el apostolado por la vida.
Hoy es la hora de no salir a la calle
De ser solidarios
Amables
De educar a los jóvenes con el ejemplo
De ser constructores de un mundo mejor.

Tal vez, nosotros los viejos fallamos y no fuimos capaces de aquellos cambios que nos humanizaran, por lo mismo grito ¡No sigamos en la senda del individualismo! Aprendamos a escuchar y a vivir dando testimonio hoy más que nunca necesario.

lunes, 9 de marzo de 2020

Columna de Opinión.
Seamos Dos Millones Pidiendo Renuncia de Rozas
Por
Carlos Ernesto Sánchez.
Sin duda la marcha en el dia internacional de la mujer, fue  éxito en todo el país. La cifra de asistentes no corresponde a lo estimado por Carabineros ni tampoco por el Gobierno. Sin duda en Santiago la cantidad fue sobre  dos millones de personas que pacíficamente se expresaron.
El fracaso que tiene el movimiento de mujeres, sindical, de la ciudadanía, y el mundo político es no lograr la renuncia del General Director de Carabineros Mario Rozas. Este funcionario ha llevado a la institución bajo su mando a los peores momentos de toda la historia de las carabinas cruzadas, exceptuando el mando del general rastrero Cesar Mendoza.
En todos los ambientes, por una u otra razón hay denuncias en contra de Carabineros; Robos, Violencia, asaltos, montajes, asesinatos, atropellos, agresiones sexuales. Es decir hoy se han trasformado en un peligro para la sociedad. Aquello de un amigo en su camino es solo  mal chiste.
Digo que hemos fracasado porque toda la fuerza de las demandas y movilizaciones deberían colocar su energía en manifestarse en contra de la permanencia de este uniformado como general director.
Sería gran acontecimiento que dos millones o más, nos sentáramos en Alameda, frente al Palacio de Gobierno, exigiendo su renuncia o ser removido del cargo por Piñera. La fuerza de la verdad y movilización del pueblo debería ser capaz de expulsar a este general del cargo, por incapacidad para dirigir una institución que bajo su mando, va al despeñadero.
Nadie con criterio – excepto Piñera-  puede justificar el actuar de carabineros. No hay control en el actuar de los hombres de verde. Sabiendo estos que gozan de impunidad, no solo reprimen, sino en la cotidianidad actúan matonescamente y delincuencialmente. No hay dia que las noticias no consignen un hecho que carabinero esté involucrado en actos repudiables y lejanos a la ética que deberían vivir.
Si no somos capaces de una gran movilización en pro de su remoción, no hablemos del poder popular. No hay nada más urgente que detener las violaciones que infringe Carabineros.
Rozas está permitiendo, bajo el silencio protector de Piñera y CIA  la descomposición ética y moral de hombres de pueblo que entraron a las filas verdes, con espíritu de servicio, y en el andar los han trasformado en guardianes de poderosos y de un sistema corrupto. El alma de la institución ha sido primero por la dictadura, y luego este gobierno y bajo el mando de Rozas asesinada. El servicio lo han cambiado por  represión, el amigo en el camino, un enemigo armado y prepotente, el auxilio del niño inocente, en  peligro que abusa sexualmente y viola o mutila, entonces ¿Qué esperamos? ¿Nada ni nadie tiene capacidad o las herramientas para sacar del mando a Rozas y reorientar la labor de Carabineros de Chile?
Los hombres – dirigentes políticos, trabajadores, profesionales, en general hombres- no hemos sido capaces de imponernos  y en desobediencia civil forzar la salida de Rozas, es posible que las mujeres asuman esta lucha, con la fuerza que han mostrado y que las caracteriza.
Por nuestros hijos, familiares, amigos compañeros y compañeras, pero también por los mismos  jóvenes carabineros debemos forzar la renuncia de Rozas y comenzar un nuevo caminar.

La atarea del momento y más urgente; General Mario Rozas debe renunciar, son muchos los agredidos, mutilados, asesinados, violentados que acusan su nombre y gritan su culpabilidad.

viernes, 6 de marzo de 2020

8 De Marzo (de mis mujeres y otras mas) Felicitaciones.
Por
Carlos Ernesto Sánchez.
En este 8 de marzo, Dia internacional de la mujer, saludos a mis amigas, familiares, conocidas y miles de mujeres luchadoras en el dia por hacer vivibles la cruda realidad que muchas, muchísimas viven.
Mi primer recuerdo es para mi madre, a quien vi trabajar dia y noche, sin tiempo ni pausa. Con su estampa de extranjera rubia y ojos claros, venida del sur dormido de su amado Curicó al que no volvió  nunca más.
Veo con paso diligente a mi Tia Celmira Sánchez, hermana de mi padre, tener siempre los brazos abiertos para recibirnos con su testimonio de mujer trabajadora, culta, informada, adelantada a su tiempo en el rescate y respeto a los animales, con quien mantenía una expedita comunicación, ya sean perros o gatos. Mujer solidaria que jamás olvido su origen, hija del pueblo, y aunque llego tener buena situación económica siempre camino por la vereda de los pobres del mundo.
Siento la caricia de mi otra tia, Carmen Sánchez, quien sin preguntar nada, ni exigirme nada, me amo mas allá si fuera el hijo que nunca tuvo. De ella recuerdo la caricia y la complicidad de mirarnos y saber que la amaba. Nada ni siguiera nuestra visión política diferente y concepción de la sociedad hizo que dejara de amarla hasta el dia que dejo este mundo, mientras entero ante todos la despedía, pero me invadía la huerfania que hasta hoy no me abandona.
Ninguna mujer paso por mi vida para amarla particularmente con la intensidad de la pasión. Solo el recuerdo de los ojos claros de la imagen a tamaño natural de Virgen María, que se veneraba en la Capilla del Colegio Marista donde estudie. A cada momento que podía subía hasta ese lugar para mirarla embelesado, cautivado por su belleza y la paz que irradiaba a mi corazón. Desde ese dia no he dejado de amarla. Solo ella sabe del dolor de mis lágrimas de viejo, cansado y solo.
No puedo dejar de nombrar a mis amigas, con quienes en las noches escrutábamos estrella; Flor Cortez López, o Dolores Ortega Indo, Miriam Valencia, o alguna que la memoria olvido pero no mi corazón.
En este recuento de 8 de Marzo, cada centímetro de mis manos clama por la caricia hacia mi hermana. Es de belleza morena, trabajadora, madre solicita, amante de animales y seres sufrientes. No la juzgo que cierre sus puertas y sus sentimientos para este viejo y excéntrico poeta. Solo espero que en el momento de la despedida sea su rostro quien guarde mis ojos para el viaje final.
Las mujeres que he nombrado y otras como katty Soto, Mí querida amiga Gladys Torres, Ingrid Córdova y quienes han sido fundamentales para que llegue a este momento de la vida; Camila Gómez Y Ximena Ahumada, que han  vivido su vocación de servicio cuidando de mi bienestar y expresando amistad y cariño.
Quien ejerce el vinculo nutriente con lo que queda de familia Valeria Corro Pemjeans, hija de mi primo Carlos, sin duda es la arteria que nutre mi corazón con los míos. Sus expresiones de amistad, ayuda y cariño caminan por la misma senda que años antes camino su abuela Celmira, de jamás olvidar la familia.
De seguro quedan muchas importantes mujeres sin nombrar, entre ellas mi amada Gladys Marín, amiga, confidente, conductora de la ruta que no he dejado de seguir, construir un mundo más humano.
Aunque están en el descanso eterno no puedo dejar de nombrar a mis otras tías Charo y Emilia Meza Herrera, que dejaron el grato recuerdo en días de infancia.
Para todas en este 8 de Marzo, Feliz dia de 

martes, 3 de marzo de 2020

Testimonio; Ernesto Cardenal

Columna de Opinión
“Testimonio; Ernesto Cardenal
Por
Carlos Ernesto Sánchez.
Ha partido a la casa del Padre, el gran  Sacerdote, Poeta y Revolucionario Ernesto Cardenal. No solo Nicaragua está de duelo y llora su partida. Los oprimidos del mundo, los incansables luchadores de un mundo justo y humano, los creyentes no en una religión alienante, sino liberadora en la ruta del crucificado y resucitado, que camina junto a los hombres comprometidos y de buena voluntad hoy lloran su partida.
En los años de la atrevida juventud, viviendo y solidarizando con los Mapuches de Chol- Chol, le escribí a Cardenal, gracias a una dirección que facilito el Padre José  Aldúnate. Le envié poemas que en rusticas hojas imprimíamos en mimeógrafos los campesinos y habitantes de la localidad. Para nuestra sorpresa el laureado Poeta nos respondió, haciéndonos llegar un libro con dedicatoria.
Años después en viaje que el sacerdote y revolucionario hizo a Chile, visito Temuco, y junto a vecinos de la comunidad Chol Cholina fuimos a la actividad, y pedimos la palabra para saludar al ilustre poeta, conté en pocas palabras de nuestra carta y su regalo del libro autografiado. Para sorpresa de todos, se levanto de su asiento, bajo del escenario y vino hasta nosotros a saludarnos con un abrazo solidario.
La emoción fue enorme. En él se hacía vida mi sueño de vida; Ser sacerdote consagrado a los pobres, contemplativo en la acción, revolucionario, sin miedo a todas las formas de lucha, hasta dar la vida si fuese necesario y poeta con palabra clara diáfana, comprometida.
En la tarde de Temuco, a nosotros campesinos de Chol- Chol no había abrazado el hermano y compañero Ernesto Cardenal. En la comunidad con más fuerza seguimos leyendo sus poemas, sintiendo la hermandad de Solentiname y la hermosa localidad de la Novena Región.
No ha muerto el Poeta a quienes los enamorados siguen repitiendo sus versos, no ha muerto el sacerdotes a quien un oscuro y perverso romano pontífice condeno al silencio. No ha muerto el político que se rebelo contra el dirigente que olvido a su pueblo, para asumir los goces y privilegios de las clases dominantes; Ernesto Cardenal vive más fuerte que nunca. Su palabra, acción, testimonio es un faro que invita a recorrer el camino que conduce a la liberación.
El gran Pontífice  Francisco levanto todas las prohibiciones que afectaban al gran sacerdote y poeta. Francisco escucho y se interiorizo en el profundo amor de Cardenal a la Iglesia del Pueblo y no de los privilegiados y poderosos.
En la tarde fría de Pucalam – Puchuncavi, rodeado de arboles, escribo estos recuerdos y reafirmo el compromiso de las causas que enarbolo el gran Poeta nicaragüense; Poesía, no como  divertimento, sino  palabra liberadora, fe en el resucitado que sin duda camina y está presente en la Iglesia del Pueblo, y compromiso revolucionario, cuya tarea hoy es aprobar el plebiscito con mayoría desbordante.
El triunfo de esta batalla será un gran Homenaje al Hermano y Compañero Ernesto Cardenal.
¡Hasta la Victoria, Siempre!